Inka es la perrita de Jaime. Está nerviosa al ver tanto movimiento en su casa. No sabe qué día es hoy.
Hay paquetes por doquier, gritos de alegría o de enfado al abrir los regalos. A Jaime le han traído un balón cuando él había pedido una bicicleta y un libro cuando había pedido un videojuego.
Inka no ha recibido ningún regalo. Se echa a los pies del árbol. Se levanta. Hace frío. Intenta llevar su manta al lado del radiador. Soslaya las cajas y el papel de regalo tirado por el suelo y justo en el momento que ya está acomodada, Jaime tira con gran fuerza el balón y es Inka quien recibe su enojo en pleno lomo.
Comienza a ladrar. Nadie sabe de qué se queja. Por fin se echa a los pies de su amo, le mira melancólica, se tapa los ojos con una pata y gime. Y es cuando se dan cuenta que no le han entregado lo que le han traído los Reyes Magos, un abrigo tejido a dos agujas con los colores del arcoíris. Ahora sí que ladra bien fuerte. No se confundan. Ella ama a los perros.
© Marieta Alonso Más
No hay comentarios:
Publicar un comentario